Ardo en deseos de....
desnudar mi interior,
y ofrecer mi alma a tu alma.
Solo tu sabrás valorar lo q te ofrezco.
Disfrutarás del placer de la tentación sublime,
de acariciar mis sentimientos más profundos...
Tuya al fin….
No te quedes a las puertas,
Pues mi fachada se desvanece a tus pies,
Abriendo ventanas a tu paso,
Dejando alcobas cerradas,
Pues solo tu,
sabrás abrirlas como es debido.
Solo tu, dueño de mi corazón,
harás que se desvanezca el tupido velo…
Te espero....
sé que estás ahí...
en algún recóndito lugar,
en algún recóndito lugar,
al acecho del divino encuentro.
Espiando los pasos de mi largo caminar.
Dejando que aprenda a saborear los aperitivos,
de tan suculento manjar.
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