martes, 22 de noviembre de 2011

Puedes contar conmigo...






LLámame...

si algún dia te dan ganas de llorar...

PUEDES CONTAR CONMIGO...

no prometo hacerte reir,
mas puedo llorar contigo.
Si un dia resuelves huir;
no prometo pedir q te detengas,
más puedo huir contigo...
Si un dia te dan unas ganas locas de no escuhar a nadie
Llámame...
prometo quedarme bien quietesito.
                                      Pero...
                                                    si un dia me llamas y no respondo...
                                                   ven corriendo a mi enncuentro,
                                                   TAL VEZ YO TE NECESITE A TÍ...

BENDITA LOCURA!

Hay seres que ven y otros que observan. Algunos que quieren, incluso aman, y otros que mueren amando. Hay seres que alcanzan dimensiones donde sólo están ellos, consigo mismos, y sólo algo casi divino podría posarse a su altura. Se detecta en sus caras, en sus andares, no hay confusión. Caminan como todos, pero ellos son capaces de pararse, valientes, ante un frío escaparate y convertirlo en luces y brillos acogedores. Otros pasan y no perciben más que un maniquí con prendas cómodas y útiles. Ellos no… no entienden de práctica, prefieren el arte, abrazar que estrechar la mano… Rozan la locura, una bendita locura a la que sólo los locos saben llegar. Esos locos no entran en los sitios porque penetran…. No saben hacerlo de otra forma. Está en su piel, en el olor del que nunca se desprenden ni siquiera entre el humo de los bares y la noche canalla.
Algunos tocan, pero ellos palpan con las manos bien abiertas.  está en su esencia. Ríen y lloran por igual. Y ¡he ahí el equilibrio! No más sonrisas que lágrimas, no más amores que desamores, no más días que noches, no más batallas sin reconciliaciones, ni más música que silencios.
Saben reinventarse, una y otra vez, interpretan más colores, más sabores, más aromas… entienden más de miradas que de palabras, se duermen agotados y nunca sin sueño. Ellos ESTÁN, permanecen, aunque no los veas. Y si les descubres, míralos de cerca y conviértelos en miguitas del camino para buscarte, para encontrarles… es una, bendita locura, dulce dolor…